martes, 8 de febrero de 2011

COMO FUNCIONA EL MONITOR TRC

Este proceso es imprescindible, y debe repetirse varias veces por segundo (como dato práctico, las frecuencias de refresco estándares son 56, 60, 65, 70, 72, 75, 80, 85, 90, 95, 100, 110 y 120 Hz). En primer lugar, se comienza en el píxel situado en la parte izquierda superior de la pantalla. Entonces, se barren todos los píxeles de la línea superior en sentido horizontal, de izquierda a derecha. A continuación, el haz se desactiva, y el cañón se desplaza hacia el primer píxel de la línea inmediatamente inferior (como si de un “retorno de carro y avance de línea” se tratara). El proceso se repite hasta cubrir toda la pantalla


Finalmente, el haz se vuelve a desactivar, y el TRC vuelve a enfocar al píxel original, listo para “dibujar” una nueva pantalla. Este proceso se denomina “barrido progresivo”.


Existe otro tipo de barrido, denominado “entrelazado”, que se emplea en el mundo de la televisión, y que también se utilizaba en los primeros monitores, para aprovechar los desarrollos existentes. Mediante esta técnica, en cada refresco sólo se rellena la mitad de las líneas de la pantalla. En un primer barrido, se rellenan las líneas impares. En el barrido siguiente, se rellenan las pares, completando un cuadro. El barrido entrelazado tiene una clara motivación: por diversas causas (siempre dentro del mundo de la TV), no es posible ofrecer frecuencias de refresco suficientemente altas. Usando barrido progresivo con frecuencias de refresco insuficientes, se produce una sensación de parpadeo que, a su vez, se convierte en fatiga visual tras varias horas de trabajo. Se podría pensar en aumentar la persistencia de la pantalla, pero esto produciría estelas, especialmente ante movimientos rápidos.

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